lunes, 14 de septiembre de 2009

A los niños de Daya Dan

Se llama Nitum. Vive en Calcuta, en una de las casas fundadas por la Madre Teresa para acoger a niños abandonados. En este caso vive en Daya Dan, creada para niños con tetraplegias o trastornos mentales. Nitum debe tener 7 años, aunque nadie puede decir su edad exacta, y menos él mismo. Es algo que sorprende, la mayoría de la gente de la calle no tiene absolutamente ni idea del día en que nacieron. Le preguntas a un pequeño que debe tener seis años, y contesta " twenty" convencídisimo. A los niños de Daya Dan se les atribuía una edad aproximativa, cuando les traía la policía, o eran abandonados a las puertas del hogar.
Estos niños, afortunados entre " los más pobres de entre los pobres", vivían sin embargo en una especia de mundo paralelo, debido a sus graves deficiencias físicas y mentales. Estaban permanentemente desconectados del mundo real, como indiferentes a todo lo que les rodeaba. Les costaba muchísimo comunicarse, y tenías que repetir la misma cosa veinte veces para que te entendiesen. Sin embargo, una rutina se había instalado en su burbuja. Cada mañana, a las 8, veían aparecer a unos 30 voluntarios desconocidos que se iban a convertir en su familia por un día. Caras nuevas o vagamente reconocibles; en sus simples mentes, los niños redescubrían a los voluntarios cada día, aunque algunos llevasen tres meses ahí. La recompensa más gratificante era que algún día, al llegar por la mañana, uno de los pequeños esbozara una sonrisa al verte: se había acordado de tí. Sin embargo, esta triste indiferencia de los niños podía hacerse muy dura para algún voluntario que prentendía marcar una diferencia para ellos. Por eso quiero darles las gracias. En un sitio en el que la más cursi se convertía en la más espabilada y el más snob en todo un padrazo, estar con ellos marcaba una diferencia para ti. Y al final te dabas cuenta que con rodearles y quererles, cambiabas su mundo.
Prince, Joy, Nitum, Rama y tantos más. Niños que en sus mentes tan dramáticamente simples e inocentes, estaban rodeados de una aureola de amor. Y en cada uno de ellos, se encontraba Jesús. Esto es lo que profetizó Madre Teresa durante toda su vida. Cada criatura que recogía de la calle era el niño Jesús para ella. Y probablemente sea una de esas raras personas que han echo de "Ama a tu prójimo" su ley de vida. Personas así deberían ser un modelo para el resto de los humanos.

" Works of love are works of peace". Madre Teresa de Calcuta.

Ziggy Stardust

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