domingo, 4 de julio de 2010

Fin del primer acto

Las frases ya no valen nada,
el recuerdo es un amor estancado,
y las palabras no son más que palabras
éste es mi mundo incierto...
La rectificación de una ilusión
sin apenas más intento.
El amor es mi solo testamento
quién quiera que lo coja,
mi epitafio está escrito con el más puro lamento,
la plena desesperanza,
la certeza de que aquí ya no pinto nada,
mi suerte llora alegre atravesada,
es verte y creer que habrá un mañana.

Maldigo los hilos del triste destino
pues ahora mi mente conoce
lo que es desconocido.
No me pidáis que la olvide
con su amor todavía respiro,
sin saber siquiera cómo aguanto vivo.
¿Quién necesita este sueño?
¿Quié pondera estamparse
después de tanto empeño?
Soy marinero sin patria,
soy escéptico y no lo enseño
soy espíritu sin espíritu
soy mendigo de sus restos
soy uno más en un mundo
en que sólo importan ellos.

Luiggi Pirandello