viernes, 29 de octubre de 2010

¿Cambio de Gobierno?

A otro perro con ese hueso, oiga.

Ayer, nuestro querido Presidente del Gobierno, a quien Dios confunda, tuvo a bien anunciarnos lo que él describió como un profundo cambio en la composición del Gobierno de la Nación., llevado a término con el fin de sacarnos de una vez por todas de este follón de crisis en el que llevamos ya metidos unos cuantos años (esa que no existía, ¿se acuerdan?).

Y una higa oiga. Pase que Zapatero siga creyendo en el Ratoncito Pérez pero no en la crisis, que nosotros no nos chupamos el dedo. Por mucho que nos vendan con gran foto y descorchado de champán que ahora son todo caras nuevas, va a ser el mismo perro con distinto collar.
Y lo más jocoso del asunto es que directamente nos suelta que ahora va a ser un Gobierno “más político”, así, con toda la cara, “by the patilla” que dirían los ingleses.
Nos ha jodido don José Luís, nos mete usted un tropel de gente sin oficio ni beneficio que a penas ha pegado un palo al agua en su vida para ganarse el pan en los Ministerios (suponemos que con una abundante hueste de consejeros y asesores varios que eviten que hagan el gamba más de lo necesario, que nos costarán un ojo de la cara) y pone la palabra “político” que queda más guay y progre para tapar el hueco. Pero oiga, que no me lo invento, veamos si es así:

Empecemos, como dijo el sabio, por el principio, el amigo Rubalcaba, que es aquel del que nos podemos quejar menos. Este caballero tiene el gran mérito (viendo como está el gallinero de la política nacional) de ser doctor en Ciencias Químicas, grado de indudable valor que muestra la excelencia de su formación académica, ni qué decir tiene que un servidor es el primero que quisiera que todos fueran así. Pero más allá de eso, todo cae por su propio peso, el Ministro del Interior ha sido la marioneta de Zapatero en sus desvaríos de política antiterrorista: negocia ahora, reprime después, mantente quieto entonces…
Sin olvidar la esperpéntica situación aquella de querer pagar a los Guardias Civiles (que conste que un servidor es uno de los mayores admiradores de la Benemérita) en parte basándose en el importe de multas que ponían. En otras palabras, corrupción galopante institucionalizada.
En resumen, que ha sido eficiente para lo que ordenase y mandase Moncloa, pero sin criterio ni personalidad algunos.

Sigamos con un plato moderado: Trinidad Jiménez.
Después del fiasco del Presidente al querer catapultarla de nuevo a la política madrileña (se conoce que no tuvo bastante la última vez y volvía a por más), nos endilgan a esta señora de Ministra de Exteriores. Pese a ser licenciada en Derecho (ya matarían muchos de su partido por ello), lo más que ha hecho es estar casada con un diplomático y estar siempre al lado de ZP en la foto.
La horda mediática izquierdista nos ha intentado vender la moto de que tuvo gran mérito en la gestión de la famosa Gripe A, ¿pero qué crisis y qué gestión oiga? Lo único que hizo es dar la orden de comprar un montón de jeringuillas que nos costaron una pasta para al final tener que ir regalándolas por el Tercer Mundo (así quedamos más progres y demócratas chupipandiguays) como si de caramelos se tratara. Aparte de eso, el Ministerio de Sanidad no tiene competencias propias gracias al milagro del Estado de las autonomías, por lo que su trabajo va poco más allá de ir de cócteles y esperar a que suene el teléfono.
Vamos que esta mujer es una maravilla, igual te gestiona una gripe mundial megamortal que te dirige la capital como te representa ante el resto del mundo, una joya oiga.

Vamos con la nueva Ministra de Medio Ambiente (y lo que siga, son ganas de dejarse los cuartos en tinta y sellos).
No hay que irse muy lejos para saber de dónde sale esta señora, alcaldesa de Córdoba (pregúntenle a los andaluces de bien qué piensan de ello) durante unos cuantos añitos con Izquierda Unida, después transfugada al PSOE como tantos otros. Más allá de eso, su contacto con el mundo del medio ambiente y derivados es nulo, pero bueno, ya se sabe que hoy en día con ser majete y cantar lo que te digan te hacen ministro de lo que quieras, si total qué más da…
Ah un dato curioso, la susodicha siempre se ha declarado partidaria de la monarquía (cosa rara en IU desde luego), pero para los que hemos visto el momento de su jura-promesa en televisión más que una reverencia al Rey Nuestro Señor, como manda el protocolo, por republicano que se sea, parecía un achante de esos que hacen los “latin kings” esos en los bajos de Azca. Vamos, que más que mostrar respeto por nuestro Soberano, la individua parecía estar a punto de llamarle primo y pedirle el euro.

Y vamos con la traca final, la archiconocida Leire Pajín.
Esta mujer, por llamarla de alguna manera, es el ejemplo mejor que podemos encontrar en la zoología nacional de por qué en este país la gente se plantea no hacer nada de provecho con su vida. Más allá de estudiar algo aquí y allá (Sociología, ejem ejem) es la típica militante socialista que se ha pasado la vida pegando carteles de mitin en mitin, dejándose la piel en tan ingrato trabajo y esperando que algún día, sus manos cubiertas de pegamento y su extraordinaria capacidad para recitar doctrina del partido le llevaran a alguna parte, fíjate tú que así, sin comerlo ni beberlo, te han hecho Ministra. Ostras Pedrín.
Aparte de compartir con nuestro querido Pepiño esa extraordinaria capacidad para hablar de cualquier tema que se le plantee, desde Relaciones Exteriores a la cría del berberecho salvaje en espacios árticos, esta mujer ha destacado siempre por su cuidada imagen pública. Y no me refiero a la chorrada esa del “power balance” y otras mingadas, que tiene delito si, pero no es el tema. Me refiero a esa abrumadora competencia para aparecer cada vez más, como decirlo de una manera sutil….fea (disculpen pero como dice el dicho “busqué y busqué, pero no encontré”), desarreglada, hortera, prepotente, soberbia y sabelotodo.
Siempre, para todo, ante cualquiera, en cualquier momento.
Y la cosa tiene delito, porque ganando como ganaba hasta hace dos días cosa de 21 000 euros al mes (que se dice pronto), y sin contar asesores, consejeros y otras gentes de mal vivir que nutren su modus vivendi del caudal público (vamos, que chupan del bote) que se supone velan por su “presentabilidad” o como diantres lo llamen los entendidos, la chica desde luego, nunca sale con su mejor cara en las fotos, como aquel que dice. Y mira si le hacen fotos al cabo del día.
Para terminar, y no es por descalificar porque si, pero un servidor se pregunta cómo una persona que no usa champú (y a los hechos me remito) va a poder gestionar nada menos que el Ministerio de Sanidad, que tiene tela marinera el asunto.

En fin amigos, al menos podemos elogiar que hayan dado puerta de una vez por todas tras dos años y medio a las más que indeseables Ministras de Vivienda e Igualdad, que no obstante seguirán chupando del bote como Secretarias de Estado y suponemos también seguirán jodiendo la marrana de tiempo en tiempo.

Lo dicho, que vienen a ser los mismos perros con distintos collares.

Voltaire

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